Exterminio

19.04.2015 17:04

El diccionario de la Real Academia de la lengua lo define como la “acción de… acabar del todo con algo”; “desterrar”; “devastar por fuerza de armas”; ciertamente por la violencia de estas se acaba con la vida de miles y se fuerza la desaparición otros tantos. Desde que comenzó la guerra contra el narcotráfico y colateralmente contra la delincuencia organizada en México, el número de muertes, desapariciones y otras cifras asociadas no han disminuido, por el contrario, siguen aumentando, pues la suma no termina y la tendencia de sangre derramada en este siglo ha ido a la alza. El gran negocio del terror ha producido alrededor de 85,000 asesinatos desde la declaración de guerra al narco por parte de Felipe Calderón hasta nuestros días y más de 22,000 personas desaparecidas. Tan solo en el año 2013, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), registra más de 22,000 homicidios en los que la principal causa de muerte es el uso de armas. Homicidios que no definen los responsables de las estadísticas si están relacionados con el combate a la delincuencia organizada, pero si definen una grave descomposición social.

En contraste con estas cifras que reflejan el crecimiento de la violencia y su consecuente barbarie, el valor de la vida decrece día con día en México, o como explicar el asesinato de más de 2,700 mujeres tan solo en el año 2012, o la desaparición de alrededor de 70,000 inmigrantes entre los años 2007 y 2012. Si la vida fuese estimada como valor supremo, el número de víctimas no tendría los registros que tiene, desgraciadamente, estos números son incompletos, las vidas perdidas por asesinatos y desapariciones están directamente relacionadas con otras miles de vidas que no son contabilizadas, consideradas como “daños colaterales”, difícilmente pueden ser reflejadas en un trabajo estadístico, por lo tanto poco o nada importan. Estas cifras que la estadística no muestra, corresponden a la construcción de una sociedad que se fortalece o se debilita por medio de las relaciones familiares, de los lazos de amistad o de las afinidades producto del simple contacto de una persona con otra. La construcción de relaciones, lazos y afinidades están siendo devastadas por la fuerza de las armas y por la irracionalidad convertida en salvajismo con el fin de desterrar al mexicano de su tierra, con el fin de despojarlo de su calidad humana, con el fin de convertirlo en ente brutal que se regocija con la sangre y con las ganancias que esta produce.

¿Qué fin puede perseguir la muerte? ¿Qué fin puede perseguir la barbarie? Si no es el de acabar con la raíz del mexicano, si no es el de acabar con la estirpe del mexicano, si no es el de acabar con su pertenencia. El mexicano ¿es irracional?, ¿es salvaje?, ¿es un desterrado? Hablando en cifras, ¿cuántos son mexicanos?, ¿cuántos no los son? La respuesta no solo está en los estudios sociológicos y en sus estimaciones estadísticas, la respuesta está al alcance de todos. Mexicano voltea y observa quien está a tu lado y pregúntate si la persona o las personas que están a un costado tuyo son sanguinarios proscritos. Si la respuesta que te des es afirmativa, entonces solo la muerte y el inframundo te esperan, y por consiguiente tu herencia es el producto podrido de tus relaciones falsas e intereses absurdos. Si por el contrario, la respuesta que te puedas formular niega la barbarie del otro, entonces date cuenta, toma conciencia que la tierra que pisas es un lugar digno para vivir y como tal, en él se debe construir para la vida y jamás para la muerte. Date cuenta que eres hombre digno capaz de repeler y acabar con aquello que te quiere acabar. Date cuenta que puedes dejar de derramar sangre sin más sentido que el ostracismo, sin más sentido que el olvido, date cuenta que debes apostar por heredar una vida.

Los asesinatos y desapariciones asociados o no al crimen organizado, son miles y las vidas destruidas por estos sucesos van más allá de los miles. ¿Cómo construir una vida individual o social sobre estas bases?, ¿en dónde están los cimientos?, ¿en dónde está el contrato para la construcción?

Un poco más de cifras, según Amnistía Internacional durante el año 2013, en México  1,500 personas presentaron una denuncia por tortura o maltrato por parte de las autoridades lo que representa un aumento de denuncias del 600% respecto del año 2003. De acuerdo con el mismo organismo, solo 7 de 123 casos de tortura que el Consejo de la Judicatura Federal revisó entre 2005 y 2013, fueron sancionados. ¿Cómo entender esto? Acaso ¿con la fuerza “legitima” también se devasta al mexicano?, ¿dónde está el contrato para la construcción de México?, ¿por qué está desecho? La respuesta sobre las relaciones falsas y los intereses absurdos es la que prevalece, si este es el estado que impera en México solo la muerte aguarda.

Mexicano vuélvete y observa el Estado que tienes. Vuélvete y observa el contrato que tienes, ¿es lo que deseas?, Toma conciencia sobre si en este Estado y con este contrato quieres construir tu herencia, quieres construir un México, ¿cuál México? Al observar las cifras expuestas se percibe el fin.

Mexicano, tal vez en la desesperación, más no en la irracionalidad, haz lo que tengas que hacer para que no se derrame más sangre. Haz lo que tengas que hacer para revitalizar tu contrato, haz lo que tengas que hacer para que tu herencia subsista, haz lo que tengas que hacer para que tú y tu México no sean exterminados.

Emmanuelle Vargas C.