Desvanecimiento

29.12.2013 22:21
 

 

El pasado veinte de diciembre asistí a una marcha convocada por Epigmenio Ibarra (productor y periodista), John M. Ackerman (profesor e investigador de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y colaborador del diario La Jornada y la revista Proceso) y por el periodista Julio Hernández López (autor de la famosa columna Astillero publicada en el diario la Jornada y director de La Jornada San Luis), entre otros

Antes de iniciar la marcha, la cual estaba convocada para las 16:00 hrs., y que partió desde el monumento al Ángel de la Independencia con casi una hora de retraso, rumbo al Zócalo, que era el objetivo inicial y que por medidas de seguridad para los participantes, decidieron los organizadores finalizar frente al Palacio de Bellas Artes, se fueron integrando personalidades reconocidas en el medio del teatro, la televisión, así como analistas políticos, historiadores y colaboradores del diario La Jornada. Asimismo, durante el trayecto más personalidades y sociedad civil que voluntariamente, asistieron con el objetivo de manifestar su descontento con las reformas estructurales aprobadas por diputados y senadores y la violencia que impera en el país, fueron sumándose al contingente.

Entre las personalidades del medio académico, de la comunicación y político, destacan Lorenzo Meyer. El gusto para el que suscribe fue grato. Ya que tuve la fortuna de ser presentador de su libro Las raíces del nacionalismo petrolero en México. Además de haber leído algunos de sus trabajos publicados. Por un falso pudor, no me acerqué a saludarlo ni recordarle de nuestro encuentro en alguna universidad con el objetivo ya descrito. También fue grato el recibimiento que le prodigó John M. Ackerman. La marcha parecía tener buena travesía. También presagiaba buenos resultados. Las personalidades mencionadas así como algunos, para mí, desconocidos, sostenía la manta frontal de la manifestación de los que aún estamos vivos.

Sin embargo, Lorenzo Meyer se fue desvaneciendo. Mientras avanzábamos, los pasos del historiador y analista político, fueron cada vez más mesurados y parecía que caminaba hacia atrás. Pasó junto a mí y la tentación de saludarlo fue reprimida por mi ego. Mucho menos le iba pedir que nos tomáramos juntos, una foto. Aproximadamente, cada diez pasos, giraba mi cabeza hacia atrás y para corroborar como se desvanecía entre la gente su  bonachona figura. Pensé, como dijo mi tía aquel día en que mi prima tardó más de lo acostumbrado en regresar de las tortillas: este arroz ya se coció.

Llegamos al palacio de Bellas Artes. Discursos de Julio Hernández, John M. Ackerman, Daniel Jiménez Cacho y la doctora Irma Eréndira Sandoval Ballesteros e Epigmenio Ibarra. Un programa de nueve meses, marcha el día 18 de cada mes, durante los nueve meses y la conformación de un congreso popular (John Ackerman). Bueno, por lo menos una propuesta. Pero el desvanecimiento de Lorenzo no me dejó tranquilo.

Poco después, a través de las twitter, me entero que Julio Hernández no está de acuerdo con una consulta, ni las marchas, ni el programa de los nueves meses. Dice que el #posmesalto es  un referente de las acciones que los ciudadanos debemos considerar. La imagen de Lorenzo se ha desvanecido. De tarea